Todos tenemos miedos. Convivir con ellos de forma natural es el primer paso para evitar que te paralice.
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos (saber escuchar, ser agradable en las relaciones, no derrumbarse ante la presión…)
Reflexiona sobre tus virtudes, recuerda tus logros y no te compares con nadie…
Poner a prueba tus creencias es un buen ejercicio para fomentar el pensamiento positivo
Tener buenas relaciones personales requiere dedicación y compromiso. También es un factor clave para nuestra felicidad y desarrollo profesional.
La serenidad es un elemento clave para gestionar conflictos personales y laborales. El autoconocimiento y la gestión de las emociones también juegan un papel importante en el desarrollo profesional.