Ante un despido: ¿es el desapego emocional una buena opción?


Es cierto que ser despedido/a es una de las experiencias más difíciles a las que un/a profesional puede enfrentarse. Y es que un despido no suele suele implicar una pérdida financiera, sino que también puede afectar poderosamente a la autoestima, a la seguridad y al sentido de identidad que todos tenemos como profesionales.
Que nos despidan puede afectar a múltiples facetas de nuestra vida. Y no siempre es fácil enfrentarse a un revés de esta magnitud. Sin embargo, una de las vías que proponen los expertos en psicología tiene que ver con el desapego emocional. Hoy nos preguntamos si este puede convertirse en una buena estrategia para afrontar la situación. Veamos.
¿Qué es el desapego emocional?
El desapego emocional no significa indiferencia ni falta de interés, sino la capacidad de gestionar las emociones de manera saludable y racional. Implica reconocer la pérdida sin dejarse consumir por la angustia o el resentimiento, de modo que la persona pueda tomar decisiones objetivas y enfocarse en el futuro.
Qué beneficios puede tener el desapego emocional ante un despido
Ante un despido, las personas pueden reaccionar de distintas formas. Una de estas puede ser, si sabe aplicarla, la técnica del desapego emocional. Pero, ¿sabes qué beneficios puede tener?
- Claridad mental. Alejarse emocionalmente de la situación permite analizar el despido con objetividad, entendiendo las razones que hay detrás de la decisión. Es el paso previo a buscar un aprendizaje en la experiencia.
- Toma de decisiones. El desapego emocional ante un despido puede evitarnos reaccionar impulsivamente y ayudarnos a planificar los siguientes pasos con mayor prudencia. Nos referimos, lógicamente, a la búsqueda de nuevas oportunidades laborales o el desarrollo de nuevas habilidades.
- Reducción del estrés. Mantener la calma y gestionar el desapego emocional disminuye la ansiedad y el impacto negativo que puede tener un despido en la salud mental.
- Nuevas oportunidades. Aceptar el despido sin un apego excesivo a la empresa anterior facilita que una persona esté más preparada para explorar nuevas opciones, sin sentir el peso de la nostalgia o el resentimiento.
- Relaciones profesionales. Manejar la situación con madurez puede ayudarnos a mantener buenas relaciones con la antigua empresa y los compañeros/as de trabajo, lo que sin duda puede ser beneficioso para mantener abiertas futuras oportunidades.
¿Pero cómo se practica el desapego emocional ante un despido?
A continuación, vamos a indicarte paso a paso cómo puedes practicar el desapego emocional ante una situación de despido. Para nosotros/as es indispensable lo siguiente:
1. Aceptar la realidad del despido
Reconocer que el despido es una posibilidad en cualquier carrera y que no define el valor personal o profesional.
2. Evitar la victimización ante un despido
En lugar de centrarse en el sentimiento de injusticia, es más útil buscar soluciones y enfocarse en lo que está bajo control.
3. Buscar apoyo en el entorno
Hablar con amigos, familiares o profesionales puede ayudar a procesar la experiencia de una manera más sana.
4. Enfocarse en el futuro tras el despido
Se trata de plantear objetivos a corto y largo plazo para encontrar nuevas oportunidades y crecimiento profesional.
5. Cuidar el bienestar emocional durante el proceso
Nos referimos a practicar actividades que ayuden a reducir el estrés, como el ejercicio, la meditación o pasatiempos personales.
Es evidente: el desapego emocional no significa ignorar las emociones tras un despido, sino gestionarlas de manera saludable para evitar que afecten negativamente el futuro profesional y personal. Adoptar esta estrategia nos permitirá afrontar la situación con resiliencia y aprovechar el cambio como una oportunidad para crecer y evolucionar en la carrera laboral.
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