Las heridas de la crisis aún son profundas


La economía española consolidó su recuperación durante el año 2015. El PIB registró un crecimiento del 3,2% y la tasa de paro descendió 2,9 puntos, situándose en el 20,9%.
La tendencia positiva de estos indicadores es la plasmación numérica de que finalmente se ha conseguido poner en marcha la rueda alcista: más consumo que provoca más actividad que, a su vez, impulsa el empleo y vuelta a empezar.
Pero, aunque la tendencia es buena, las cifras absolutas son rotundas en cuanto a la profundidad del agujero del que se empieza a salir: aún hay demasiados millones de trabajadores en desempleo y la economía española todavía está lejos del volumen de actividad del año 2008.
Además, la letra pequeña del empleo que se está creando contiene una serie de claves que enfrían los ánimos insuflados: de los 18,6 millones de contratos firmados en 2015, por tipo de jornada, el 35% fueron a tiempo parcial, mientras que por modalidad contractual, el 92% fueron temporales. Otra variable que requiere atención es cuánto se está pagando en el trabajo que se crea.
Variación anual del PIB
Fuente: INE