1. Toma conciencia de lo que quieres: Pregúntate a ti mismo si tienes ganas de buscar trabajo. Tomar conciencia es el primer paso hacia una decisión.
2. Posiciónate: Sitúate ante el problema. No puede resolverse aquello que no se conoce: piensa dónde estás y hacia dónde quieres dirigirte. Prepárate, evalúa las limitaciones y valora tus capacidades.
3. Marca unos objetivos: Los objetivos deben definirse. Hay que tener unas metas claras a alcanzar con el fin de no dispersarse. Define objetivos alcanzables y posibles y desarrolla tu plan de trabajo.
4. Motivación ante todo: Encuentra la energía que te impulsa a la consecución de tu objetivo. Convéncete que puedes hacerlo. Comprométete contigo mismo y con los demás.
5. Tu responsabilidad: Tú eres el único responsable de tus éxitos y fracasos. Asume la responsabilidad del resultado del trabajo que realizas, tanto de los avances como de los errores.
6. Inteligencia creativa: Cultiva tu imaginación para conseguir los objetivos que te plantees en el día a día. La mejor forma de resolver un problema es salir de él. Plantea nuevas situaciones de forma creativa, trata de innovar para gestionar tus nuevos retos.
7. Analiza tus resultados: Sé crítico con lo que vas consiguiendo y sigue centrándote en lo que quieres. Utiliza tus tropiezos para conseguir nuestras metas. Sólo reflexionando y siendo consciente de tus resultados podrás aprender y mejorar.
8. Confía en ti: Intenta sentirte seguro de ti mismo. Si confías en ti tendrás más capacidad para dar solución a tus retos. La confianza es el motor que te permite dar el primer paso y avanzar hasta tu meta.