Los trabajadores creativos tienden a ser más deshonestos

Ser creativo es un valor muy preciado. Sin creatividad, ninguna de las grandes empresas que han cambiado el mundo con ideas revolucionarias existirían.

Pero, según un nuevo estudio publicado en Harvard Business Review, la creatividad también puede tener un lado oscuro. Al menos en Estados Unidos.

Según los investigadores, las personas creativas son mejores a la hora de racionalizar la deshonestidad. Este rasgo puede llevar, en algunas ocasiones, a actuar de manera poco ética.

“La idea de que la creatividad es una virtud excepcional conduce a muchos líderes a tratar a las personas creativas de manera distinta“, afirman los autores. Este trato diferencial hace que haya personas creativas que se sientan más reconocidas que otras.

Para demostrar esta hipótesis, el equipo de Harvard Business School examinó a los participantes separando a las personas creativas del resto.

Una de las pruebas fue resolver problemas matemáticos y compensarlos económicamente en función del número de temas descifrados con éxito. El grupo de control con personas creativas fue más proclive a mentir sobre el número de problemas que había sido capaz de resolver y llegó a robar hasta 6 veces más dinero que las personas menos creativas.

La sensación de sentirse especial por ser creativo es lo que lleva a la deshonestidad Click to tweet

Como en cualquier estudio, se trata de una tendencia y no se puede generalizar. Obviamente, no todas las personas creativas son deshonestas.

“Ser creativo en sí no es el problema. La sensación de sentirse especial por ser creativo es lo que lleva a la deshonestidad”, explican los autores.

En otro estudio, los investigadores descubrieron que otro de los motivos que conducen a algunas personas a actuar de manera poco ética es la creencia de que la creatividad es algo muy poco común. “Examinamos a 153 alumnos de MBA. Los participantes a los que les dijimos que la creatividad era un rasgo especial y muy poco común fueron el doble de propensos a mentir que el resto de participantes”.

Los beneficios de la creatividad son indudables. Tal vez la clave para evitar la deshonestidad, afirman los autores, es que las empresas se aseguren de que haya más trabajadores que se sientan creativos y que los equipos entiendan que no es una virtud que solo posee una minoría.

“Ser creativo es una virtud que se puede aprender y que todas las personas pueden alcanzar”, concluyen los investigadores.